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La Ciudad de Buenos Aires sumó 61 guardaparques durante toda la pandemia

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El personal especializado en espacios verdes supervisa el cuidado y mantenimiento de las infraestructuras y la seguridad de niños y adultos en casi 200 sitios del distrito. A partir de 2018 el número de agentes se duplicó en todas  las 15 comunas de la Ciudad.

La Ciudad de Buenos Aires continúa adelante con su plan de protección de los espacios verdes mediante el equipo de guardaparques del distrito. La cantidad de agentes se duplicó en los últimos años y el rol de estos cuidadores en los sectores de convivencia es celebrado por todos los vecinos y vecinas.

Por otro lado, este oficio se afianza en el mapa de la Ciudad, mediante la incorporación y capacitación del personal, que fue integrado al sistema de seguridad con la sanción de la Ley 5688, que los denomina como agentes de calle de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, el domingo 27 de febrero se festejó en la Ciudad el Día del Guardaparques.

A la vez, los agentes son anfitriones y protagonistas de las historias de las plazas porteñas. Supervisando las normas de convivencia y en comunicación continua con el Sistema Integral de Seguridad, estos servidores públicos trabajan para que los espacios verdes sean espacios seguros, amigables y accesibles para los porteños y porteñas.

“Los guardaparques verifican el uso responsable de todos los espacios como así también el normal funcionamiento de los juegos y toda la infraestructura puesta para el disfrute de los vecinos”comentó Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal. “La tarea que realizan es fundamental, no sólo porque cuidan los espacios verdes sino también porque están pendientes de la seguridad de nuestros vecinos” finalizó Domeniconi.

Asimismo, la Subsecretaría de Gestión Comunal coordina con las comunas el funcionamiento de este servicio a la comunidad. “Mensualmente se asiste a los guardaparques en sus espacios, se valoran las aptitudes de servicio, se realizan relevamientos oculares, se coordinan y acompañan diferentes eventos que se realizan en el espacio, y se promueven capacitaciones”, comentó Máximo Da Rocha, supervisor general del conjunto de las tareas.

Todos los agentes trabajan en horarios rotativos durante la semana, de mañana y de tarde. Valeria Derrico, de 51 años, tiene cuatro años  como guardaparques. Se reparte por cinco espacios verdes del barrio de San Cristóbal, en la Comuna 3: las plazoletas Brontes, Elizalde y Canaro, el canil de Rincón y Cochabamba y el interbloque de edificios ubicado en Pavón y Sarandí. Por la experiencia que reviste, comenta: “Si bien nos movemos por los mismos lugares, cada día es diferente. La gente se acerca mucho a hablar y a contarnos sus inquietudes, y los chicos que frecuentan la plaza son muy cariñosos”.

A la vez, varios  de los cuidadores pasan a desarrollar una labor social en el intercambio diario con los vecinos. “En muchos casos, conocen los nombres de quienes frecuentan las plazas y hasta se los hace partícipes cuando algunos fallecen. En muchos casos son reconocidos por los familiares e invitados a despedir al difunto. Eso es algo que viven muy seguido”, cuenta el supervisor. Y destaca: “Esto es muy particular, puesto que no muchas veces se logra este tipo de vínculo entre un servidor público y el vecino”.

Por otra parte, a los 30 años, Germán Baragiola tiene cinco años como guardaparques y se encarga de constatar los espacios verdes de la Comuna 7 divididos entre Flores y Parque Chacabuco. “Me gusta esta posibilidad de poder estar al aire libre, conocer diferentes plazas que quizás nunca habría visitado y el contacto con las personas, y resolver sus inquietudes. Muchas anécdotas me han sucedido en estos años, algunas con situaciones de riesgo pero en las que pude asistir a las personas. Y eso es algo que te llena muchísimo”, comenta el agente.

“Los guardaparques tienen la responsabilidad de dar aviso inmediato cada vez que se produce una situación de riesgo, por ejemplo si existiera una rama con peligro de caída o un cable fuera de lugar. También aportan ideas y reciben las inquietudes de los vecinos para mejorar la limpieza o dar aviso a alguien si lleva su perro suelto. La finalidad es lograr que se respetan las normas en armonía y concientizar a la gente”, comenta Florencia Valia, directora general de Espacios Verdes de la Ciudad de Buenos Aires.

La Ciudad desarrolla un plan que tiene como finalidad cubrir la mayor cantidad de plazas con este servicio que protege tanto a los espacios como así también a los vecinos y vecinas, puesto que los guardaparques son una de las principales arterias a las que recurren los ciudadanos en un espacio verde. Son un canal directo inprescindible entre las necesidades del vecino y las autoridades de la Comuna.

Por otra parte los guardaparques cuentan con telefonía móvil que les permite estar conectados en tiempo real mediante los sistemas de geolocalización (GPS) y geogestión (AGPS). Con este recurso, envían alarmas que registran de forma inmediata su localización y reclamo, y permite a la vez, que el personal autorizado les ofrezca una respuesta, o eleve la solicitud al 911 en los casos que sea preciso. En este esquema organizativo se dispone el trabajo de los guardaparques con el resto de las fuerzas de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.