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Se revelan irregularidades en la Boleta electrónica: la empresa no transparentó el código fuente

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Si bien el Código Electoral obliga a hacer público el código fuente para su auditoría, desde MSA S.A. no lo hicieron ni tampoco piensan hacerlo.

En el día de ayer, la diputada nacional y precandidata a presidenta por el Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman, presentó un amparo judicial y denunció que Horacio Rodríguez «Larreta puso a auditar el voto electrónico a un aportante del PRO», en referencia a uno de los encargados de la auditoría del sistema de votación electrónica que inicia  este lunes. Es en referencia a  Jorge Ariel González que dirige la Gerencia Operativa de Información y Tecnología.

En tanto, la medida judicial no avanzó y ya se terminaron las reuniones para auditar las máquinas de votación. A la vez,  se conoció una nueva irregularidad: la empresa no quiere hacer público el código fuente de las máquinas de votación para ser auditadas.

Asimismo, esta decisión va en contra del Código Electoral que en su artículo 125 establece que “toda alternativa o solución tecnológica a incorporar en cualquiera de las etapas del proceso electoral debe ser auditable, tanto la solución tecnológica incorporada al procedimiento electoral, como sus componentes de hardware y software, incluyendo sus códigos fuentes, deben ser íntegramente auditables antes, durante y en forma posterior a su uso”.

Por otro lado, esta semana se realizaron dos reuniones para auditar las máquinas de votación de las que participaron varios integrantes del Instituto de Gestión Electoral como el Director en Comisión, Ezio Emiliozzi, el Gerente Operativo de Relaciones Institucionales, Leandro Querido, el Gerente Operativo de Información y Tecnología, Jorge Ariel González, el Gerente Operativo de Coordinación Electoral, Matias Tarrago.

A la vez, también  estuvieron presentes desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, así como integrantes del Tribunal Electoral y miembros del PRO, PJ, Nueva Dirigencia y el Partido Solidario. En tanto, por  parte de la empresa MSA asistieron cinco empleados que eran desarrolladores del software, representante legal y expositores.

Durante la primera reunión, se realizó la presentación de la tecnología y sobre el código fuente se indicó que se realizó con la UTN y la secretaría de Ciencia y Tecnología de la UBA (a diferencia de 2015 donde la realizó la Facultad de Ciencias Exactas). Por otra parte, se informó que al día siguiente se presentaría el código fuente.

No obstante, participantes comentaron que al día siguiente el representante legal de MSA explicó que, por decisión de la empresa en conjunto con el IGE, no se va a hacer público el código fuente. Más tarde, pasó a explicar que el código será abierto para el examen de auditores (de la UBA y la UTN) pero en confidencialidad.

La justificación que brindó la empresa es que la difusión del código podría ser fuente de “manipulación política” para crear desconfianza en las elecciones.

Por otro lado, un participante de la reunión contradijo esta excusa y jstificó que en muchas situaciones las manipulaciones de los sistemas de votación se reducen abriendo los códigos ya que acrecientan la transparencia. No obstante, desde la empresa contestaron que es una postura «respetable» pero que a su parecer las “comunidades electorales han sumado confusión y dudas”, más que aportar a la transparencia.  Después continuaron con la explicación del paso a paso del software.

Por otra parte, durante la primera reunión de auditorías, los participantes salieron a un receso y al regresar faltaban cuatro computadoras que estaban guardas en las mochilas de sus dueños. O sea, en una audiencia donde se trataba el tema de la seguridad informática se robaron cuatro computadoras, toda una paradoja.